
Entre la bronca y la resignación de los usuarios y las expectativas de las autoridades, la disputa entre empresas por quedarse con un negocio siempre tan conflictivo como redituable concluirá a fines de julio. El camino espinoso que se transitó hasta ahora, entre los obstáculos heredados por años de desmanejos y el corte de subsidios del Gobierno nacional, tiene un final no menos conflictivo. Una de las empresas pegó el portazo al retirarse de la licitación denunciando falta de garantías, pero la documentación que presentaron evidencia que son los mismos actores que vienen incumpliendo con el servicio público, mediante un enroque de sociedades, que cuentan con ingresos que decían no tener y acumulan deudas multimillonarias con el Municipio. Son los que continuarán operando las líneas del área metropolitana, administradas por la provincia. Al mismo tiempo, azuzan a la competencia con futuros problemas con empleados o la eliminación de la CNRT que podría generar una competencia desleal.
Las tres empresas que se presentaron son: MOSSA, Micro Ómnibus Saavedra Sociedad Anónima de Transporte Comercial e Industrial. Es Juan Carlos Romero, por lo tanto es ERSA. Proponía un boleto a 2.000 pesos, tal como lo dijo recientemente Marcelo Lischet, y todos vehículos nuevos. San José, de un empresario misionero; y ETACER, propiedad de Flecha Bus. Ambas proponen un boleto de 4.000 pesos, que con el subsidio terminará siendo de 2000 para el usuario, y casi un centenar de coches nuevos. Incluso plantean que traerían colectivos sustentables, a gas, que salen el doble, pero tienen un costo de combustible inferior.
MOSSA-ERSA se retiró el mes pasado de la licitación, alegando que la Municipalidad “no ofrece garantías de sustentabilidad y sostenimiento de la ecuación económica del contrato, condiciones indispensables para afrontar la gran inversión de 17.415.000 dólares” que ahora sí iban a realizar.
Cuestionaron los pliegos de la licitación por “modificar injustificadamente las reglas de juego de la actividad, imponiendo a las actuales concesionarias el pago de las indemnizaciones a los trabajadores”.
El programa Cuestión de Fondo (Canal 9 Litoral) accedió a la copia de la oferta realizada por la empresa que se retiró. Lo que se observa es una especie de mamushka de sociedades, donde ERSA pareciera ser la nada misma.
Lo primero que aparece es que el principal responsable es Juan Carlos Romero, un empresario correntino de vasta trayectoria en el rubro del transporte de pasajeros en distintas provincias. Firma como presidente de MOSSA para darle el poder al abogado Maximiliano Barbieri.
Posteriormente, encontramos dos documentos referidos a los inmuebles donde la empresa iría a funcionar.
1) Un acuerdo de compromiso de compra-venta de inmueble sujeto a la licitación del servicio público. Allí el Fideicomiso JCR, representado por el fideicomiso URBIZ, como vendedor, se comprometía a venderle a MOSSA el predio y el galpón de calle Gervasio Méndez 758, en 1.780.000.000 de pesos, en 24 cuotas.
Según la información de Catastro, el titular de ese inmueble es ERSA Urbano S.A:
2) Un acuerdo de compromiso de arrendamiento, bajo la misma condición, entre MOSSA y Transporte Mariano Moreno S.R.L.. Micro Ómnibus Saavedra se compromete a alquilar y Marcelo Lischet se compromete a alquilarle, el predio de calle Mártires del Gueto de Varsovia 441. El acuerdo era de 1.500 dólares por mes, por 15 meses, lo que hacía 270.000 dólares en ese plazo.
Por otro lado, también aparece una copia del acta del directorio de MOSSA, presidido por Juan Carlos Romero. Y, finalmente, copias de los estados contables de esta empresa. Inversiones en ERSA Urbano UTE por $146.443.876 en 2024, y $209.784.578 en 2023. Y declararon como ingresos $207.967.348 de ERSA Urbano UTE.
Entonces: ERSA, que está concursada en Corrientes, aparece dentro del fideicomiso URBIZ, representado por el mismo Romero propietario de MOSSA. Sostienen que no tienen dinero, mientras que los informes contables muestran otra cosa y MOSSA se presenta con ERSA como un activo.
Por otra parte, ERSA fue acumulando todo tipo de multas con la Municipalidad de Paraná. Según la cifra oficial que hoy consultamos, asciende A 1.717.609.032 pesos (equivale al 1% del presupuesto municipal 2025). Van desde infracciones de tránsito hasta no tener matafuegos o problemas en el servicio. Los representantes legales de la empresa hacen siempre el descargo y la apelación de todas las multas.
Un argumento al margen de la Ley
Otro punto que mencionaron en aquel comunicado era el de las indemnizaciones que pretendían que la Municipalidad se hiciera cargo.
En la última gestión del fallecido exintendente Sergio Varisco, cuando se concesiona el servicio en 2017, se encontraba como secretario de Servicios Públicos Roberto Albisu, CEO o gerente de ERSA, en una llamativa incompatibilidad de funciones. Se fusionan ERSA con Mariano Moreno y crean Buses Paraná. En esa época se sancionó una ordenanza que garantizaba el traspaso de todos los empleados de una empresa a otra empresa en caso de una futura concesión, algo que en ese momento fue celebrado por el gremio de UTA, y también a los concesionarios del servicio, porque nadie iba a querer presentarse en una futura licitación bajo esa condición. El año pasado se derogó esa ordenanza porque no podía contradecir la legislación nacional, que deja esta cuestión a las empresas, donde el Estado no interviene.
Por esto es que ahora ERSA planteó aquello de las indemnizaciones. Es un tema que pone en vilo a numerosas familias. Igualmente, entre quienes están trabajando en la licitación, se preguntan: ¿De dónde sacarían cientos de choferes de Paraná los futuros concesionarios? Lógicamente habría un traspaso, aunque habrá que ver bajo que condiciones, por ejemplo, sobre la antigüedad o si se pedirán psicofísicos a cada empleado. Con el precedente del chofer que había tomado cocaína y chocó y mató a dos hermanos en avenida de las Américas, se presume que los futuros concesionarios querrán afinar el lápiz en ese eventual traspaso.
Seguirán activos en la zona
Buses Paraná mantiene la concesión de las líneas metropolitanas que, desde octubre del año pasado, funcionan a cargo de la provincia, cuando el ministro de Planeamiento, Infraestructura y Servicios, Darío Schneider, y el secretario de Transporte, Juan Diego Elsesser, anunciaron el traspaso (exintendente y exsecretario de Servicios Públicos de la Municipalidad de Crespo). Se les ofreció contemplarlas nuevamente en la actual licitación, pero lo rechazaron.
Cuando se lanzó la licitación, aparecieron hace un par de meses los colectivos nuevos de ERSA en la metropolitana, un poco para mostrarse y a su vez para cumplir con las autoridades provinciales.
La licitación es hasta el arroyo Las Tunas, donde termina Paraná. Los nuevos empresarios de colectivos de Paraná deberán negociar con Buses para evitar un conflicto entre la metropolitana y las líneas urbanas. Por ejemplo: ¿Podrán la 22 o la 4 levantar pasajeros dentro del ejido de Paraná?
Ambos sistemas siguen funcionando con subsidios de la Municipalidad y de la provincia, unos 200 millones de pesos mensuales cada administración.
Los que quedaron
Las dos empresas que quedaron en el pleito licitatorio son:
-ETACER de Flecha Bus, de la familia Derudder, con amplia presencia en el país, e incluso acusaciones de monopolio en distintas rutas, pero que no tiene experiencia en el transporte urbano.
-San José, tiene como dueño a Julio "Poli" Horianski y forma parte del grupo empresarial que incluye a las empresas Kenia y Cerro Azul. En Posadas, la empresa se formó como una Unión Transitoria de Empresas (UTE). Según consultó Cuestión de Fondo con vecinos de aquella capital provincial, se observa que los colectivos de las líneas que tiene San José son en su mayoría nuevos, y que parte de las quejas son por las frecuencias hacia algunos barrios y por los problemas con los métodos de pago, porque allí funciona Sube Misionero, que depende de otra empresa, pero es una situación que ahora se está normalizando, ya que el boleto se puede pagar en efectivo, con la tarjeta o con QR de una app.
En Posadas, el peso pesado en el ambiente del transporte es Don Casimiro, empresa que tiene la mayoría de las líneas urbanas y también explota el tren internacional con Encarnación y las dos estaciones de transferencia que tiene la ciudad.