
La ex senadora nacional Sigrid Kunath (PJ-Entre Ríos) se refirió a la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de sobreseer por prescripción al cura Justo José Ilarraz, condenado en Entre Ríos por abuso de menores, y lamentó que no se tuviera en cuenta la Ley 27.206, de su autoría, conocida como “Ley de Respeto a los Tiempos de las Victimas”, sancionada en el año 2015.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza 94.7), Kunath recordó que “el disparador de la ley fue la causa Ilarraz y en los fundamentos del primer proyecto que se presentó está mencionada, hay párrafos de algunos de los fallos que se dieron en el Poder Judicial de la provincia, que los destaco como ejemplares porque no daban lugar a la proscripción”.
“A mí la ley 27.206 y todo lo que significó desde la presentación del proyecto hasta las interminables jornadas de debate posteriores para hablar de qué pasaba con la implementación de la misma, es una de las cosas que me ha transformado en mi vida profesional y personal. La agradecida soy yo porque las víctimas que han puesto y siguen poniendo el cuerpo, porque después de tantos años y con tantos avatares siguen dando testimonio para bregar por una sociedad más justa”, admitió.
Agregó que “más allá del plano legal y estrictamente judicial que nos ocupa con esta noticia impactante de la Corte Suprema, hay otra faceta que tiene que ver con la prevención y la visibilización de esta problemática que sacude a nuestras comunidades, a nuestra sociedad, y que en Entre Ríos han pasado estos casos con múltiples víctimas, porque están la causa Ilarraz, la causa Broggi, la causa Escobar Gaviria, la causa Rivas en Gualeguaychú. Y hay que entender que es una responsabilidad colectiva poder poner en palabras, poder hablar de este tipo de delitos y también generar espacios donde pueda circular la palabra y espacios de prevención”.
“El rol que tienen los sobrevivientes es fundamental, es de una valentía y de un valor inconmensurable, y por eso para mí y para la totalidad de las personas que me acompañaron en ese entonces, la ley fue un antes y un después; fue una bisagra en el trabajo legislativo. Y, de hecho, hablamos a casi 10 años de la sanción y seguimos movilizados con este tema”, señaló.
Consultada por presiones de la iglesia, la ex legisladora afirmó: “Yo no recibí llamados en ese sentido y en el trámite de sanción de la ley presenté una versión original donde planteábamos la imprescriptibilidad total, pero igualmente la discusión que está dando ahora se hubiera dado del mismo modo, porque hablamos de qué sucede con los casos previos a la entrada en vigencia de la ley de respeto a los tiempos de las víctimas, e incluso si vamos más atrás qué sucede con la ley Piazza”.
“En la primera sanción en el Senado fue acompañado por unanimidad y pasa a Diputados donde se modifica y se encuentra este giro saliendo de la imprescriptibilidad y estableciendo que se generaba un supuesto de suspensión de la prescripción mientras la víctima fuera menor de edad o hasta tanto pudiera hacer la denuncia o ratificar la denuncia que hubiera hecho otra persona en su nombre, y la inhabilitación especial perpetua que claramente va en la línea de casos como el de Ilarraz donde el victimario se vale de su cargo, profesión o empleo para la comisión del delito. Fueron las dos modificaciones que trabajamos en coordinación y cuando vuelve al Senado también fue aprobado por unanimidad. Esta modificación se acordó con el objetivo de que se pudiera avanzar en la sanción de una normativa que fuera superadora de la ley Piazza”, rememoró.
Consideró que “la ley Piazza trajo un cambio de paradigma en el sentido de poder mirar a las víctimas, más allá de entender que el instituto de la prescripción juega un rol fundamental dentro de nuestro ordenamiento jurídico, pero no todos los delitos pueden ser mirados desde la misma perspectiva. Y en este caso lo que se plantea es modificar los términos de la prescripción teniendo en cuenta los tiempos de las víctimas. no podemos reprocharle a alguien no haber denunciado dentro de los plazos legales cuando ese alguien a duras penas puede poner en palabras lo que le sucedió. Que exista esta posibilidad más amplia en el tiempo, para las víctimas es fundamental”.
“Para casos que sucedan posteriormente a la entrada en vigencia de la ley, esta discusión por el fallo repudiable de la Corte ya no se va a dar”, destacó.
Explicó que “lo que la Corte ha dicho que tanto la ley Piazza como la ley de respeto al tiempo de las víctimas no pueden ser aplicadas de manera retroactiva, y eso es un principio que rige dentro del ordenamiento jurídico, y además porque son leyes más gravosas para el victimario o condenado. Con los casos anteriores a estas dos leyes, se aplica la ley que estaba vigente en el momento de la comisión de los delitos”.
De todos modos, planteó que “algunos de los fallos que se dieron en las distintas instancias de la justicia de nuestra provincia en la causa Ilarraz, fue sostenida la no prescripción de estos delitos, precisamente basándose en los principios de protección de niños, niñas y adolescentes a los cuales nuestro país ha concurrido a través de la firma de tratados internacionales que también forman parte de nuestro ordenamiento constitucional. Es decir que se mira de forma integral el sistema jurídico y no simplemente a través de la letra de la ley del Código Penal, con una perspectiva sobre los derechos humanos y los derechos de las víctimas”.
“La prescripción significa que por el transcurso del tiempo no existe más la acción penal, es decir la posibilidad de perseguir un delito, y es un instituto que tiene sus fundamentos, le da certeza al ordenamiento jurídico, pone límites temporales para las investigaciones, pero volvemos a plantear que no puede ser la misma prescripción considerada en los mismos términos para un robo que para un delito contra la integridad sexual con víctimas menores de edad”, sentenció.
Respecto de la actitud de los jueces de la Corte Suprema de no mirar justamente al sistema jurídico de manera integral, Kunath afirmó: “La noticia me impactó y me generó una profunda tristeza porque vuelvo al momento en que se trabajó la presentación del proyecto y la sanción de la ley que logró una herramienta que, esperemos, a futuro va a dar otro tipo de protección. Todo vuelve a estar muy presente y este fallo de la Corte va en contra de lo que nosotros pretendíamos con la ley, que era que las víctimas encontraran otro tipo de respuesta en el servicio de justicia”.
“Tuve posibilidad de analizar los distintos fallos de la causa Ilarraz, que fueron fallos ejemplares de algunos jueces y juezas de nuestra provincia, que son especialistas en lo que hacen, que estudian y son absolutamente respetables, y que han dado una mirada diferente a lo que la Corte expresó en este fallo por el cual se decide la prescripción en la última instancia del sistema judicial del país. Estoy impactada, tengo una profunda tristeza en lo personal y por todo lo que veo de las víctimas. Hay fallos ejemplares, señeros, que tienen una fundamentación correcta, exhaustiva, y que van en la línea de establecer esta no prescripción. Por tanto, me parece que la mirada de la Corte, sin dudas, debería haber sido otra. Sigo muy impactada con la noticia”, concluyó.