El perturbado oficio de escribir

El aspirante a buscar la vacante abierta en el periódico se somete al examen de rutina. El secretario de Redacción le indica que escriba sobre Dios. “¿A favor o en contra?” pregunta el cínico candidato. Suficiente. Sin más trámite el puesto es suyo. Cierta o imaginaria la escena, de antigua data, se reestrena con intermitencias en la historia del