Delirios de grandeza

I. Una tarde de invierno de 1625, el filósofo y político inglés Francis Bacon estaba mirando una tormenta de nieve desde las ventanas de su casa, y se le ocurrió que la nieve podía conservar la carne como lo hacía la sal. Alguien con el espíritu científico de Bacon no iba a quedarse encerrado en el plano de las conjeturas, así que Sir Francis