Un montón de señales inútiles para sembrar confianza

El gobierno de Cambiemos, esa coalición que se enamora de las formas y enarbola una pretendida sensatez que subestima la ideología, ha ingresado por necesidad en su ciclo ortodoxo: al primer sacudón serio recurrió al financiamiento del Fondo Monetario Internacional (FMI), un organismo que también hace política hablando de administración. Repite