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Se realiza el primer curso para ser DJ en Paraná: abierto para niños y adultos

A partir de este jueves comenzará el primer curso de AL+ Studio, un nuevo espacio de formación para quienes buscan iniciarse en el mundo de la mezcla. Con clases presenciales semanales y un enfoque práctico, el curso ofrece a sus estudiantes la posibilidad de aprender con equipamiento profesional y acompañamiento personalizado.

La propuesta, que se desarrollará en un estudio ubicado en la zona céntrica de la ciudad, forma parte de una apuesta más amplia por profesionalizar la escena y acercar herramientas técnicas a quienes están dando sus primeros pasos en la música electrónica.

Además de la formación inicial para adultos, el espacio se abre con una innovadora propuesta destinada a las infancias: clases especialmente diseñadas para niños y niñas de entre 6 y 14 años, que combinan el juego con nociones básicas de mezcla y exploración sonora.

Innovación para los DJs en Paraná

AL+ Studio busca ser más que una escuela: apunta a convertirse en un punto de encuentro creativo para artistas emergentes, familias y amantes de la música.

Sebastián y Elina Ángel conversaron con UNO sobre los objetivos de AL+ Studio y destacaron: “Muchas personas tienen interés en aprender a mezclar música, pero no encuentran un espacio con formación práctica en Paraná.” Además, agregaron: “Queremos que los alumnos terminen el curso con confianza, herramientas técnicas y entusiasmo para seguir explorando.”

—¿Qué los motivó a crear una escuela de DJs en Paraná y por qué ahora?

— La idea surgió de una necesidad que venimos notando hace tiempo: muchas personas tienen interés en aprender a mezclar música, pero no encuentran un espacio con formación práctica y acompañamiento profesional en Paraná. Decidimos lanzar AL+ Studio ahora porque sentimos que contamos con las herramientas y la escena local está preparada para recibir este tipo de propuestas. Además, como productora venimos trabajando en la profesionalización del rubro desde otros lugares, y este paso era natural. También nos entusiasma mucho haber sumado clases para niños entre 6 y 14 años, donde combinamos introducción a la música con prácticas de DJ adaptadas a la edad. Creemos en el poder del juego y la creatividad como parte del aprendizaje desde edades tempranas.

—¿Cómo fue el proceso de armado del espacio y del programa del curso?

— Fue un trabajo colectivo. Armamos un espacio cómodo, con equipamiento profesional de última tecnología, similar al que se encuentra en cabinas reales, para que Djs puedan alquilar el estudio por hora y para que los alumnos de la escuela practiquen desde el primer día. El programa lo diseñamos pensando en una curva de aprendizaje que combine técnica, teoría musical básica y muchas horas de práctica. Queríamos que fuera accesible, pero con contenido sólido, y que ayude a evitar errores comunes que todos cometemos al comenzar. En el caso de las clases para niños, adaptamos los contenidos con una propuesta más lúdica y exploratoria, siempre con el foco puesto en el disfrute por la música y el estímulo creativo.

—¿Qué tipo de conocimientos previos necesita alguien para anotarse?

— Ninguno. El curso de DJ inicial está pensado para quienes empiezan desde cero. Lo importante es tener curiosidad, amor por la música electrónica y ganas de aprender. Durante las clases vamos cubriendo desde cómo funciona el equipo hasta cómo estructurar una sesión. Para la propuesta infantil tampoco se necesita experiencia previa: las clases están pensadas para que puedan aprender jugando, experimentando y descubriendo a su ritmo.

—¿Cuál es la duración del curso y qué recorrido propone?

— El curso para adultos tiene una duración de 8 semanas, con clases presenciales una vez por semana de dos horas. Cada clase incluye una parte teórica y una parte práctica. A lo largo del curso, los alumnos aprenden a utilizar CDJs y mixers, a interpretar la música, a construir un set, y a encontrar su propio estilo. Las clases para niños son dos veces por semana, con grupos separados por edades. El enfoque es más regular, como una actividad extraescolar, para acompañar procesos más largos de aprendizaje musical.

—¿Tienen pensado ofrecer niveles más avanzados en el futuro?

— Sí, totalmente. Esta primera edición es una base, pero ya estamos trabajando en próximos módulos más avanzados que incluyan mezcla armónica, uso de efectos, gestión de bibliotecas digitales y hasta performance en vivo con controladores. También queremos sumar talleres específicos con DJs invitados. En paralelo, también queremos seguir desarrollando la línea infantil, con talleres temáticos y actividades para compartir en familia.

—¿Cómo ven el vínculo entre la formación profesional y el crecimiento de la escena local?

— Van de la mano. Cuanto más se profesionalice la formación, más rica y diversa se vuelve la escena. Queremos que haya más DJs preparados, con identidad, que se animen a compartir su música y a generar nuevos espacios. Creemos que la educación es una forma de fortalecer la cultura electrónica local. Además, sembrar desde edades tempranas es clave para que la música sea una herramienta de expresión, inclusión y comunidad.

—¿Qué expectativas tienen con esta primera edición del curso?

— Nuestra expectativa principal es que los alumnos terminen el curso con confianza, herramientas técnicas y entusiasmo para seguir explorando. Si además empiezan a tocar en público o arman sus propios proyectos, genial. Lo que más nos importa es que se genere comunidad. Con los niños, esperamos que encuentren en la música un espacio para expresarse, compartir y disfrutar. Que puedan jugar sin presión, pero con acceso real a tecnología y conocimiento.

—¿Cómo imaginan el impacto de AL+ Studio en la comunidad electrónica de Paraná?

— Nos gustaría que se convierta en un semillero de DJs con propuestas originales, y en un punto de encuentro para quienes quieren aprender, practicar y compartir. Si logramos que más personas se animen a ser parte activa de la escena, ya estamos cumpliendo nuestro objetivo. También imaginamos que AL+ Studio pueda ser una puerta de entrada a la música para muchas infancias y adolescencias. Si eso inspira nuevos talentos y crea puentes generacionales dentro de la cultura electrónica, sería hermoso.

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