
El ex legislador provincial y ex convencional constituyente, Juan Carlos Arralde, analizó el escenario que deja el fallo judicial que condenó a ocho de prisión al ex gobernador Sergio Urribarri, por delitos de corrupción.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Arralde aseveró que “este fallo causó sorpresa y alguna sensación de beneplácito en la sociedad, porque la sociedad entrerriana estaba anestesiada y absolutamente descreída con las investigaciones de corrupción; en general el entrerriano tiene ya incorporado un chip de que los políticos son intocables y hay una sensación de impunidad generalizada por eso también hay un descreimiento hacia este tipo de investigaciones”.
“Y el beneplácito es resultado de ese cambio de humor colectivo, frente a una decisión que no pocos advierten como un viraje ya irreversible en este tema porque no hay que desconocer que el tribunal le ha enviado un mensaje no solamente a la sociedad sino también a la dirigencia política y al mismísimo Poder Judicial, de que el principio de igualdad ante la ley se va a tener que empezar a respetar a partir de este fallo; que es un poco un fallo señero en investigaciones por corrupción”, afirmó.
En ese marco, resaltó que “el fallo es resultado de una decisión unánime del Tribunal, no hay disidencias en cuanto a la acreditación de los hechos o a la autoría materialmente responsable de los investigados, lo que de por sí habla de la fortaleza del pronunciamiento. Y claramente el hecho de que el mismo presidente del Tribunal lo lea en su totalidad durante 11 horas, habla a las claras de la importancia y la envergadura que le dieron a este legajo de investigación y le está diciendo a los estamentos superiores qué es lo que se está jugando aquí”.
“Yo ya había planteado que el Poder Judicial tenía con esta investigación una oportunidad histórica de reivindicarse y eso significa recuperar la confianza social en uno de los tres poderes del Estado. Porque hay una sensación generalizada en los entrerrianos de que la casta política o la dirigencia política es intocable y acá hay un mojón que puede ser muy importante hacia el futuro”, analizó Arralde.
En el mismo sentido, sostuvo que “no es casual que esta sentencia coincide temporalmente con el envío a la Legislatura de un proyecto del Poder Ejecutivo de regulación de la Fiscalía Anticorrupción, lo que de alguna manera también hay que leer políticamente. Es una lectura del Poder Ejecutivo diciendo ‘nos despegamos de la corrupción y estamos tan limpios que nos permitimos enviar un proyecto de este linaje al Poder Legislativo’”.
“Este proceso se inscribe o se presenta temporalmente en medio de una de las tensiones más fuertes que ha tenido la Procuración General con la Sala Penal del Superior Tribunal, y aspiro realmente a que las pasiones que rodean los hombres y los jueces son hombres que sienten, tienen ideologías, valores y piensan de una determinada manera, no se mezclen en una puja intestina que nada tiene que ver con la pasión por arribar a un fallo justo. Lo digo como abogado pero la sociedad tiene que saber que esto es demasiado importante como para que quede enmarañado en cuestiones que no tienen nada que ver con una puja de poder”, reflexionó.
Respecto del rol de la oposición, Arralde afirmó: “Vengo de un partido que ha hecho de la defensa de la transparencia administrativa y de la honestidad de la función pública una de sus banderas esenciales, y en estos encuentros regionales que está organizando el Comité provincial de la UCR está es muy firme y sale con mucha intensidad esto de la reivindicación de las bandera históricas. Acá no hay margen para jugar: o estás de un lado o estás del otro. Por supuesto que acá los interpelados somos la oposición porque somos básicamente quienes hemos hecho hincapié en estos temas, pero es cierto que hay pocas presentaciones judiciales”.
“Me parece que el tiempo de los discursos se está acabando, hay que poner lo que hay que poner; hay que ir a la justicia, hay que denunciar y presentar pruebas, acá no hay ni persecución judicial ni una confabulación de las corporaciones mediáticas, judicial o como se llame para perseguir a los líderes del campo nacional y popular, eso es un verso que ahora le llaman lawfare. Eso no existe, acá hay pruebas o no hay pruebas, los jueces no tienen margen. Menos los jueces entrerrianos que más allá de que algunos vienen del viejo sistema y no han pasado por el Consejo de la Magistratura, la mayoría son jueces técnicos y bien formados –al igual que los fiscales-, que vienen de la academia y están haciendo su papel en defensa de este nuevo organismo que desde 2004 viene queriendo ganar su espacio institucional como es la Procuración General”, sentenció.
Por último, consideró que “este proceso ha demostrado las bondades del sistema acusatorio porque la defensa ha tenido una enorme posibilidad y amplitud de libertad para presentar pruebas, evidencias, de confrontar evidencia de la Fiscalía y los abogados que han tenido los imputados lo han hecho con mucho énfasis, son abogados reconocidos en el foro como buenos abogados defensores. Pero aun así hay una sentencia que tiene fundamentos importantes porque se han dedicado a devolver cada uno de los planteos defensivos de los imputados”.