Un ministro de varios lados del mostrador

Grieve es, a la vez, ministro de Salud y director del Caice, un centro de rehabilitación privado que le factura millones por mes a la cartera sanitaria. Además, es jefe de terapia intensiva de La Entrerriana, miembro de tres sociedades anónimas dedicadas al diagnóstico por imágenes y atiende en su consultorio particular. Conflictos de intereses, superposiciones horarias, poca dedicación a la gestión y un sistema de salud con graves problemas ponen en duda su continuidad en el cargo. Incluso hay quienes ven en su conducta la posible comisión de delitos contra la administración pública.
L. D.
El ministro de Salud, Guillermo Grieve, es socio gerente y director médico de una clínica de Paraná a la cual el Estado provincial le paga sumas millonarias por la atención de pacientes que no tienen cobertura social. Además, se desempeña desde hace años como jefe del servicio de Terapia Intensiva del Sanatorio La Entrerriana y sigue atendiendo en su consultorio particular.
La superposición de estos cuatro empleos muestra conflictos de intereses por todas partes, algunos de los cuales aparecen como violatorios de determinadas normas e incluso pueden encuadrar en delitos tipificados en el Código Penal.
A la vez, el ejercicio part time del cargo de ministro al frente de una de las carteras más complejas no alcanza para el sistema de salud pública de la provincia, que presenta problemas graves.
Las incompatibilidades de Grieve son tema de charla en ámbitos médicos, políticos y de la cartera sanitaria. Los comentarios datan de antes de ser ministro cuando, en su rol de jefe del Servicio de Terapia Intensiva del Hospital San Martín, derivaba pacientes al centro de rehabilitación Caice, ubicado en calle La Paz en la capital provincial.
No obstante, la situación se puso en foco a partir de un reciente conflicto entre el Caice y el Iosper en el que el doble rol de Grieve quedó en evidencia.
La obra social aplicó en julio un incremento en los aranceles de las prestaciones para los afiliados de Iosper internados en Caice. Grieve, en representación de la institución privada, reclamó una suba mayor. Al no obtener una respuesta positiva, el ministro anotició a los familiares de los pacientes que no los podrían continuar atendiendo en el centro de rehabilitación.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1153, del día 22 de agosto de 2024)