El homicidio que conmocionó a Bovril
Por Marcelo Medina
(Especial para ANÁLISIS)
Los indicios que recolectó el Ministerio Público Fiscal de La Paz en el marco de la investigación del asesinato del exjuez Roberto Curá -ocurrido en Bovril el 23 de abril de este año-, aún está lejos de alcanzar para responsabilizar por la autoría al único detenido que tiene el caso: Norberto Rosales, un hombre de 67 años que en otros tiempos fue “amigo” del Luis Alberto “Gordo” Valor.
Hoy por hoy, la familia y la Fiscalíaa cargo de Facundo Barbosa, aguardan el resultado de las pruebas genéticas que se les solicitó al cuerpo de Genética Forense del Superior Tribunal de Justicia (STJ) a cargo de Gustavo Martínez. El representante de la familia Curá, el abogado penalista Marcos Rodríguez Allende, pidió que se analicen los rastros de sangre hallados en las prendas de vestir de la víctima para conocer si hay patrón genético del imputado.
En caso de no encontrarse la prueba será casi una puerta de salida para el imputado de “homicidio en ocasión de robo”. Sucede que el caso carece de testigos directos. Otro dato que viene jugando a favor del detenido es que todas las huellas encontradas y relevadas en la casa de la víctima no se relacionan con él.
Los investigadores buscan meticulosamente una pista que les permita demostrar la culpabilidad de Rosales, quien tiene antecedentes por robo, pero no por homicidio. Hay otras dos personas sospechadas, pero en los allanamientos que se le ejecutaron en sus viviendas no se halló nada que los pueda relacionar con el homicidio.
Lo que más complica al imputado es que abandonó Bovril inmediatamente de sucedido el hecho. Recién fue detenido el 2 de mayo en la zona de Bajada Grande (Paraná) producto de las tareas de inteligencia que realizó la División Homicidios. El hombre habría estado en Paraná y habría viajado a la ciudad de Rosario y luego a la Provincia de Buenos Aires, para luego regresar a la capital entrerriana, donde terminó siendo arrestado.
Desde mayo, Rosales se encuentra bajo prisión preventiva en la Unidad Penal N° 1 de Paraná. El juez de Garantías, Walter Carballo, oyó los argumentos de la Fiscalía y el abogado de la querella y decidió que siga detenido por otros 60 días por el riesgo de fuga del imputado.
El cuerpo del exjuez Curá fue encontrado en su quincho, un espacio anexo a su vivienda, ubicada en la calle Eva Perón, en cercanías de uno de los accesos a la localidad de Bovril. Su esposa, al despertarse se encontró con la dantesca escena. El exjuez estaba maniatado y presentaba signos evidentes de violencia.
Aunque las primeras impresiones mostraron que se estaba tras un robo violento, el fiscal Barbosa no descartó ninguna línea de investigación. Se analizó posibles conflictos personales -que por el momento no aparecieron- que pudieran estar relacionados con el crimen. Además, se buscó determinar si Curá tenía enemigos o si su trabajo como juez de Paz podría haberlo expuesto a situaciones peligrosas. Tampoco aparecieron datos por ese campo.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1153, del día 22 de agosto de 2024)
