
José Carlos Conde Ramos fue duro con la conducción del Justicialismo, pero recalcó que desde las bases se están formulando las críticas para superar al “dedo” y al “aparato” por un proceso que recupere al peronismo y con ello a la política.
De ANÁLISIS
José Carlos Conde Ramos nació en Paraná, el 25 de agosto de 1945. Fue diputado nacional por el peronismo entre 1987-1991 y formó parte del Grupo de los Ocho que fue opositor a la presidencia de Carlos Saúl Menem, especialmente a las políticas de privatizaciones y liberalismo que imperaban en los nefastos ´90.
En la presidencia de Alberto Fernández fue designado Cónsul General en la Ciudad de Asunción, República del Paraguay, cargo al que renunció el 9 de diciembre pasado.
En el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) expresó su visión crítica a la conducción tradicionalista del justicialismo y enfatizó que en gran medida la forma de conducirse que tuvo el partido le facilitó la llegada a Javier Milei a la Presidencia de la Nación.
Resaltó que se está dando un gran debate en las bases del peronismo donde se está criticando sin ambigüedad “una metodología de construcción política que ha tenido que ver con el dedo, la trenza, la rosca, el aparato, la plata y todo aquello que pone zancadilla al protagonismo del conjunto”. Y señalará que el aparato “era el que imponía las listas”.
Como ejemplo, señaló que en Entre Ríos el Partido Justicialista estuvo cerrado durante 8 años y en ese lapso las listas eran armadas desde Casa de Gobierno o desde la casa de gobernador de turno.
De Javier Milei lo calificó de “grotesco”. Y agregó que le “parece que es un loco y me parece que es un advenedizo que no tenía absolutamente pensado que iba a poder llegar a ser presidente en serio. No tiene ningún plan. Es absolutamente monetarista y ahí se agota. Se agota en el monetarismo. Y creo que esto, en última instancia, creo que va justamente hacia el fracaso”.
Respecto del gobernador Rogelio Frigerio indicó que lo ha defraudado porque no planifica y no tiene sentido federal. Destacó a su abuelo por ser desarrollista y tener una visión generacional, pero aseveró que el actual gobernador lo ha defraudado por no impulsar “una política de planificación”. Y agregó en el programa “Cuestión de Fondo” (Canal 9, Litoral) “la planificación en este país tiene que ver absolutamente con el federalismo (…) cuando existe una planificación que es federal realmente, el sometimiento con el centralismo no existe”.
-En función de su experiencia diplomática cómo está viendo las elecciones en Venezuela?
-Hay dos cosas que me parecen importantes. Es decir, el conjunto del peronismo hoy le está pidiendo al presidente Nicolás Maduro que muestre las actas electorales. Esperamos que se presenten.
- Y que sean las verdaderas, porque se habla que hay especialistas chinos trabajando en algunas copias.
-Sí, que sean las verdaderas. De cualquier manera, es decir, me parece que se ha exacerbado mucho lo de Venezuela. Y se dejan de lado cosas, también, tan fuleras o peores que están ocurriendo, justamente, en el concierto internacional. Por ejemplo, y esto no estoy justificando para nada lo de Venezuela. Veo que hay protagonistas que, con mucho fervor, analizan, opinan con respecto a Venezuela. Y no lo hacen, por ejemplo, con la posición de Israel con respecto a Gaza o a Palestina. Veo que los protagonistas, con respecto a los problemas como de Gaza, es decir, están disminuidos con respecto a la frondosidad que se le ha dado a lo de Venezuela.
-Pero, Venezuela tiene influencia porque es de nuestra región.
-Estoy de acuerdo. Estoy de acuerdo que se haga. Creo que es también importante que se haga eso. Es importante porque lo que está pasando en el mundo también nos toca a nosotros. Nos toca a nosotros porque nuestro país es uno de los cinco países más estratégicos del mundo. Es estratégico no solamente porque es rico en minería, porque es rico en agua, porque es rico en la riqueza proteica, vacío demográfico, es decir, tiene una riqueza ictícola impresionante. Además, es importante también por su ubicación geográfica, por el Atlántico Sur y por su llegada a la Antártida. Argentina es un país estratégico. No es por casualidad que nuestro país hoy esté permanentemente con... cada argentino se siente arriba del Titanic, porque justamente es un país estratégico. Y las potencias, sobre todo aquellas que manejan las políticas … Acá hay una cosa muy concreta, es decir, hay una disputa entre Estados Unidos y China y nosotros somos el jamón del sándwich. Entonces, cualquier cosa que ocurra en Latinoamérica, pero que también ocurra en el mundo, tiene incidencia justamente en la Argentina por su carácter estratégico.
- ¿Cómo está viendo estos siete meses de Milei? ¿Qué le parece Milei?
-Me parece que es parte del grotesco. Me parece que es un loco y me parece que es un advenedizo que no tenía absolutamente pensado que iba a poder llegar a ser presidente en serio. No tiene ningún plan. Es absolutamente monetarista y ahí se agota. Se agota en el monetarismo. Y creo que esto, en última instancia, creo que va justamente hacia el fracaso. La República creo que ya fracasó, según lo que él prometía en su momento preelectoral. Creo que esto lo que sí va a generar una posición encontrada a esta actitud monetarista, digamos, acompañada de perversidad en la gestión, de un planteo productivista, industrialista, que se va a ir generando en la Argentina.
- Y el peronismo, ¿cuánto se hace cargo de que Milei sea presidente? ¿Cuánta responsabilidad tiene de que Milei sea presidente?
-Tiene responsabilidad, por supuesto. Es cierto, es una cosa que se está discutiendo muy fuerte internamente.
- ¿Se está discutiendo realmente?
-Sí, se está discutiendo. Se está discutiendo muy fuerte y en un proceso de articulación donde, como cosa sustancial, está esa discusión. En esa discusión están protagonistas como Sergio (Massa), como (Axel) Kicillof. Están todos, de alguna manera...
-No la nombró a Cristina Fernández.
-Cristina Fernández también. Es decir, muchas responsabilidades...
- ¿Hay lugar para Cristina Fernández en esta nueva etapa del peronismo?
-No, lo que hay es un replanteo de que Cristina tiene responsabilidad y que hemos tenido responsabilidad en el conjunto del peronismo y de la política. Se trata de recuperar la política y se trata de recuperar el peronismo. Para recuperar el peronismo, lo que sí está en discusión y muy seriamente en autocrítica, un modelo de construcción política realmente perverso que se ha tenido. En el peronismo, en lo que ha participado todo, también Cristina, es decir, una metodología de construcción política que ha tenido que ver con el dedo, la trenza, la rosca, el aparato, la plata y todo aquello que pone zancadilla al protagonismo del conjunto. No protagonizó el conjunto, la gente no protagonizaba, es decir, el aparato en última instancia era el que imponía las listas o cosas por el estilo.
-Y ese panorama que usted traza, ¿también lo comprende al peronismo Entre Ríos?
- También. Acá en Entre Ríos el partido estuvo cerrado durante ocho años y de tal manera que no había una vida política institucional. Si el partido está cerrado durante ocho años, ¿dónde se hacen las listas? El presidente del partido, que era justamente el gobernador, ¿dónde hacía las listas? ¿En la Casa de Gobierno… en la casa del gobernador?
-Y seguramente con muy poco debate.
-Claro, con muy poco debate. Entonces, a partir de ahí, evidentemente la participación de la gente estaba absolutamente anulada. De tal manera que esto también sirvió para que compañeros que fueron absolutamente desplazados en la construcción política, estuvieran absolutamente decepcionados de su dirigencia y, sobre todo, de ese método que decía recién.
¿Usted habla con algún dirigente del peronismo entrerriano? ¿Tiene diálogo con Gustavo Bordet, con Adán Bahl, con Rosario Romero?
-Con Bordet no. Con Bordet no tengo (diálogo). Es decir, no es que no tengo ahora, no lo tuve durante toda su gestión. A Bahl lo conocí cuando era ministro de Justicia. Y con Rosario Romero, sí, incluso apoyé su candidatura. Es decir, tengo una relación, que no es ninguna relación estrecha, pero una relación respetuosa.
- Pero me dijo con quién habla. ¿Tiene diálogo fluido con alguien del peronismo entrerriano?
-Sí, yo diría con casi todos. Pero, fundamentalmente, hay un tema que es muy particular en mí. Yo me vinculo mucho con los compañeros de base. Dicen que soy “un basista”, y reivindico mi condición de “basista”. Y acá estoy acompañando una construcción seria que se está haciendo en Paraná y que la está haciendo el Partido Justicialista de Paraná por primera vez. Realmente, están movilizando y trabajando en todos los barrios. Una cosa muy interesante, cuyo presidente es Jorge “Quinoto” Vázquez. Es una cosa realmente interesante. Y va a ser contagioso, va a contagiar al conjunto de los entrerrianos peronistas, porque está haciendo un trabajo realmente arduo, militante, serio, responsable, y que no se agota para nada en reuniones súper estructurales, sino completamente en territorio.
- ¿Cuánto le afectó al peronismo entrerriano la situación judicial de Sergio Urribarri?
-Por supuesto, afecta y mucho. Creo que es fue uno de los aspectos que coadyuvó con el resultado electoral. Su condena tuvo incidencia negativa, obviamente.
Diálogo con Rogelio Frigerio
¿Y con la gente del oficialismo gobernante dialoga? Imaginamos que lo habrá conocido a Rogelio Frigerio.
-A Frigerio lo conocí. Es decir, Frigerio me ha decepcionado. Conocí a su abuelo, que era un pensador realmente importante. Lo conocí y lo conocí bastante. Y tuve varias jornadas de charla y discusión con él. Es decir, sobre todo cuando fui interventor del partido en Córdoba. Es decir, él se llegó hasta allá y estuvimos justamente discutiendo. E incluso participó en la discusión de las listas que se estaban elaborando en ese momento. ese hombre tenía una visión estratégica. Era un desarrollista con visión estratégica. En este país hubo dos modelos con visión estratégica: el modelo de la generación de los 80 y el de Juan Domingo Perón. Y hubo un tercer intento de planificación estratégica, que fue justamente, más que de Raúl Alfonsín, de Rogelio Frigerio (abuelo). Y Rogelio Frigerio nieto no tiene nada que ver con eso.
-Pero no habló nunca con él, ni cuando estuvo en el equipo de Carlos Menem.
-No, no he hablado con él nunca.
- ¿Qué pasa si Frigerio lo invita a dialogar?
- Dialogo, sí, sí. Yo no tengo ese problema. Lo único que digo es lo que pienso y son mis verdades, que pueden ser equivocadas o no, pero de cualquier manera digo lo que pienso. Y creo que en este caso él se ha sometido a una política centralista, a una política... se ha sometido a Milei. Es decir, cuando digo que ha defraudado, ha defraudado a esa situación, a una política de planificación. Y la planificación en este país tiene que ver absolutamente con el federalismo. Y sino tiene que ver con el federalismo, es cuando aparecen desde el liberalismo, o de los liberales, el planteo de las provincias que no funcionan. Es decir, cuando existe una planificación que es federal realmente, el sometimiento con el centralismo no existe. Y en este momento, Rogelio Frigerio sí se ha sometido.
- ¿Pero tiene margen? ¿Tiene margen un gobernador para distanciarse de un presidente hoy en nuestro país?
-Según... si es de Buenos Aires tiene poco margen porque evidentemente tiene una visión diferente de lo que puede llegar a tener con respecto a Entre Ríos. La provincia de Entre Ríos tiene que ser una de las provincias más equilibradas que tiene nuestro país. Es una provincia productiva, es una provincia planificada. Fue planificada en el gobierno de Urquiza. Es decir, ustedes ven que es una provincia que es un rosario, donde no existen las grandes ciudades. Paraná ha crecido en virtud de las crisis. Es una provincia muy bien distribuida desde el punto de vista de la población. Entonces, también eso hace que sea una provincia productiva por excelencia. También por las corrientes inmigratorias que tuvo, que eran progresistas. Por ejemplo, la corriente migratoria judía en la Argentina fue realmente progresista e hizo muchísimo. Y todas las otras que vinieron después también acompañaron ese progresismo. De tal manera que la provincia es una provincia muy equilibrada, y no solamente equilibrada por lo que puede llegar a producir, sino porque está al lado, pegada, a Buenos Aires, a Capital Federal, a La Plata y de todo el cordón hasta Rosario. Es decir, nosotros podemos proveer justamente a ese gran cinturón donde está radicado nada más y nada menos que el 50% de la población argentina. Es decir, estamos en una situación increíble. Es decir, el río justamente también nos comunica. Somos -con la Patagonia-, una entrada en el Mercosur.
-A su entender, si funcionara bien la Región Centro sería importante.
-Así es, muy importante… muy importante… hasta me animaría a decir que podría tener una economía cerrada. Es decir, es una zona claramente productiva con una visión... Y concentran el 20% del PBI Nacional.
“Javier Milei es disruptivo”
- ¿Le destaca algo a Milei? ¿Le reconoce algo a Milei?
-Le reconozco el ser disruptivo, que era una cosa que pareciera que el poder real estaba esperando. El poder real lo encontró a Milei en la pandemia. Y dijo: “necesitamos a este loquito, lo necesitamos para llevar adelante nuestro proyecto”.
-Pero, hoy Milei sigue liderando las encuestas.
-La verdad es que lo que sabe manejar, Milei… y acá le reconozco algo a Milei y es a Steve Bannon que es el “coach norteamericano”, multimillonario, que es el que le baja la línea tanto a él como a (Jair) Bolsonaro. Es decir, sabe comunicar muy bien. Se comunica muy bien. No de una forma que nos puede gustar, pero se comunica, genera, centraliza. Y además... Sabe manejar el mensaje que es disruptivo. Pero esto no quiere decir que sea el buen mensaje. El buen mensaje no es decir “soy un topo” que voy a destrozar el Estado Nacional. Ese no es un buen mensaje, pero es disruptivo. Y esto lo ha conseguido. Estamos discutiendo justamente si Estado sí o Estado no, o el Estado de Milei, o Milei que quiere hacer desaparecer al Estado. Es una de las discusiones que permanentemente nos meten. Y es una discusión absolutamente falsa. Porque negar al Estado… uno puede discutir el Estado, el rol del Estado... Pero, lo que no puede plantear es justamente la desaparición del Estado.