
En medio de la tensión interna, el presidente Alberto Fernández almorzó en la quinta presidencial de Olivos con uno de los tres jefes que tiene la CGT y referente del gremio de los camioneros, Pablo Moyano. Según confiaron fuentes oficiales, el encuentro fue “muy bueno” y el gremialista le manifestó su respaldo a la gestión.
“Quedaron en seguir trabajando en conjunto”, resumió una altísima fuente del gobierno nacional. El Presidente y el gremialista hablaron de todo, según relataron fuentes oficiales. “Alberto le contó cómo está todo”, resumieron cerca del mandatario.
También debatieron sobre los efectos del acuerdo del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la economía. Es que el camionero había anticipado que “si no se cumple la promesa de que no habrá ajuste, saldremos a la calle como marca nuestra historia”. En este punto, Moyano le dio la razón al Jefe del Estado, según confiaron cerca de Fernández.
La reunión se produjo un día después del acuerdo que sellaron el Gobierno, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la CGT, en el que acordaron adelantar las paritarias de los convenios salariales que aún no vencieron o que estén en negociaciones y resolvieron la implementación de una “canasta de primera necesidad” de entre 50 y 60 productos, con el objetivo de frenar la escalada inflacionaria y evitar una mayor licuación salarial, uno de los principales reclamos de Moyano, publicó La Nación.
Tras anticipar que saldría a la calle si hubiera un ajuste, Pablo Moyano se sacó una fotografía con el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. La respuesta de la Casa Rosada se dio dos días después con cuando el Presidente recibió a Hugo Moyano en una reunión reservada. Hoy, con el almuerzo, sellaron la tregua.
Antes del almuerzo, Moyano asistió con una tropa de sindicalistas al Congreso para dar su apoyo en comisión al proyecto de ley que propone crear un “Fondo Nacional para la cancelación de la deuda con el FMI” con dinero fugado al exterior.
El acercamiento entre el mayor de los hijos del clan Moyano y el jefe del Estado se comenzó a gestar la última semana tras la visita de Pablo a la Casa Rosada. El último viernes el secretario general adjunto de Camioneros estuvo reunido durante una hora con el secretario general de Presidencia, Julio Vitobello, uno de los funcionarios más cercanos al Presidente, publicó La Nación.
Lo que estaba pautado como un café, se convirtió en un almuerzo en la residencia oficial. Fernández y Moyano estuvieron a solas durante más de dos horas. Así, pusieron fin a las especulaciones alrededor de la relación entre ambos.
Es que a medida que crecía la diferenciación del kirchnerismo duro, impulsados por Máximo Kirchner y el gobernador bonaerense Axel Kicillof, también se acrecentó la distancia entre Pablo Moyano y el gobierno nacional. Tanto fue así que no participó de los dos primeros encuentros que la cúpula de la CGT y la UIA mantuvieron con el Presidente.
La ausencia del dirigente camionero, quien fue invitado a uno de los encuentros, reavivó las internas y trasladó las divisiones que surcan al Frente de Todos a la central obrera. También expuso la pelea que mantiene con su padre, Hugo, por el control del sindicato.