
Desde Parma, la paranaense Lucero Varisco Bonaparte dijo que "los números de casos van a seguir creciendo, ya que los epidemiólogos esperan el pico para dentro de una semana si se logra que la gente se quede en su casa”.
La joven paranaense Lucero Varisco Bonaparte vive en Parma, Italia, desde 1998 y ante la propagación del coronavirus brindó sus impresiones respecto de la situación.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Varisco Bonaparte sostuvo que “ha sido bastante sorprendente, la gente no da lo mejor de sí misma durante las emergencias, por lo menos no en grupo”. “De mi casa no salgo mucho por mi salud y ahora los demás tampoco salen, pero hubo un inicio en el cual se minimizó mucho, se le dio poca importancia y se difundieron noticias que no son tan ciertas”, refirió.
Sobre este último punto, sostuvo que “es cierto que el virus en muchas personas no da síntomas, y es cierto que con un buen sistema sanitario que pueda recibirlos a todos la mortalidad es bastante baja, pero lo que nadie estaba preparado para ver era la saturación del sistema sanitario sobretodo en regiones como la Lombardía o el Véneto”.
Al respecto, comentó que “en la última semana sobre todo, amigos que trabajan en diferentes sectores de la sanidad y de la salud publica comenzaron a enviar mensajes más urgentes y más preocupados por la situación porque pese a todo el esfuerzo hecho por aumentar los lugares para poder atender a toda la gente que llega, no dan abasto, no hay forma de atenderlos a todos”.
Asimismo, sostuvo que “muchos pacientes críticos son mayores de 60 años, pero eso no quiere decir que no haya chicos muy jóvenes en este momento en condiciones muy graves” y agregó que “no es una cosa que pasa en dos días, no es una normal neumonía o una gripe; las personas para recuperarse tardan más o menos dos o tres semanas con ventilación asistida, no es una simple internación sino que exige mucho esfuerzo y sin ese nivel de asistencia médica no se puede sobrevivir”.
En este contexto, opinó que “la cosa mejor es hacer que se contagie la menor cantidad de gente posible, considerando que esto se contagia como un resfrío”.
En cuanto a la vida cotidiana frente a la situación, la joven paranaense contó que “empezó a cambiar para la gran mayoría de las personas desde el 8 de marzo, en que salió el último decreto extendiendo las zonas rojas y cuando empezaron a decir los números de la gente joven que estaba internada”. Como ejemplo, mencionó que “este fin de semana en que el clima era muy lindo, la gente se fue al mar o a esquiar y por eso salieron medidas de emergencia para convencer a las personas a quedarse en su casa y que no se muevan tanto”.
Describió que “hay mucho menos movimiento pero la gente dejó de salir hace dos sólo días cuando salieron los últimos números, y eso es un golpe muy grande no solo para las costumbres sino para todas las personas que viven de pequeños comercios”. “Hay mucha preocupación en este momento por esas cosas, y el plan es dejar abiertas las actividades que tienen relación con alimentos y las farmacias”, informó.
Sostuvo que “ese éxodo que hubo, tanto para esquiar o irse de vacaciones como para escapar hacia el sur, favoreció el contagio y la idea es que el contagio sea lo más lento posible para poder atender a todas las personas que necesitan atención médica, que son muchas”. “Cuando uno se mueve, lo que hace es poner en riesgo la vida de las personas hacia las cuales está yendo, por eso las sanciones son muy graves: arresto de hasta tres meses si uno intenta irse del lugar en el que vive, y están pensando también aplicar sanciones aún más graves”, aseveró.
Consideró que la aplicación de sanciones “es el único modo” y ejemplificó: “Hace menos de una semana o 10 días en la zona roja de Cremona donde hay más contagios y donde los hospitales están colapsados, hubo un rave con una cantidad enorme de chicos, que después vuelven a sus casas y pueden contagiar a sus familiares y el sistema no da abasto”.
“Hay que ver lo que va a pasar en las regiones que son más vulnerables desde el punto de vista sanitario”, advirtió Varisco Bonaparte y planteó que “el crecimiento de casos es exponencial, y hoy los contagiados son 10.000 o más”. “Los informes los están dando una vez al día, no para sembrar el pánico sino para que la gente se dé cuenta de que la situación es muy grave y se organice para estar tranquila, cuidarse mucho, no salir y no contagiarse”, recomendó.
“El tema de las muertes depende mucho de la demográfica. Italia tiene la población más anciana después de Japón y es natural que haya un porcentaje mayor de vulnerabilidad en una parte considerable de la población. Esto no significa que haya que minimizar la situación, porque los números van a seguir creciendo, ya que los epidemiólogos esperan el pico para dentro de una semana si se logra que la gente se quede en su casa”, analizó.
“Acá nunca nadie tuvo que afrontar una situación como esta y para la mayoría de las personas es un sacudón que no se esperaba. Uno que es argentino está como más acostumbrado que cada 10 años le den una paliza y parece que uno se organiza mejor, pero acá minimizaron tanto que el fin de semana la gente se fue al mar o a esquiar desparramando virus por todos lados”, reveló.
Por último, analizó que “es muy difícil mantener un equilibrio entre mantener la tranquilidad y que la gente se dé cuenta de que esto es un problema real. Los más jóvenes tienen más posibilidades de salir bien de todo esto pero nadie es inmune ni está indemne y es importante entenderlo”.