
El hombre que trabajó durante muchos años en el Servicio Penitenciario de Entre Ríos y fue echado hace cuatro meses por intentar ingresar droga a la Unidad Penal de Paraná volverá a ingresar a un establecimiento carcelario, pero esta vez sin uniforme. Silvio Martínez fue imputado formalmente por intento de homicidio por haber baleado a dos hombres en un altercado en la zona del barrio 4 de Junio el sábado a la siesta, y por acuerdo entre la Fiscalía y la defensa pasará un mes y medio con prisión preventiva. Por razones obvias de seguridad, cumplirá la medida en la cárcel de Victoria. Mientras, se informó que el estado de una de sus víctimas, Lautaro Bertoldi, estaría en una situación cada vez más crítica.
Martínez está sindicado por ser el autor de la balacera contra cuatro hombres que llegaron hasta su vivienda en un auto, con quienes discutió por un conflicto que se venía arrastrando en la zona de Paraná ubicada en cercanías al cruce de la Circunvalación y avenida Almafuerte. El hombre de 42 años efectuó varios disparos con una pistola calibre 9 milímetros: una bala impactó en la espalda de Alexis Mildemberger, de 21 años, quien sobrevivió porque el proyectil no le afectó ningún órgano vital; otro alcanzó a Bertoldi, de 30 años, en la cabeza y le produjo estallido de cráneo. Desde entonces este muchacho se encuentra en la Unidad de Terapia Intensiva del hospital San Martín.
En tanto, el lunes Martínez fue imputado por el fiscal Laureano Dato, que lleva adelante la Investigación Penal Preparatoria, por el delito de Homicidio simple en grado de tentativa. Luego se realizó la audiencia ante la jueza de Garantías, donde el fiscal planteó los elementos reunidos en la pesquisa que llevó adelante el personal de la División Homicidios y la comisaría tercera, y pidió que le dicte a Martínez la prisión preventiva por 45 días. La medida cautelar, que fue consentida por la defensa técnica, fue impuesta y el acusado ya la está cumpliendo.
Martínez fue trasladado a la cárcel de Victoria, ya que en la de Paraná fue donde trabajó y no sería para nada conveniente que ahora esté junto a los reos que él custodiaba en sus momentos de agente penitenciario. Una de las pruebas que restan localizar en la investigación, y por lo cual se consideró conveniente que el imputado permanezca en el encierro, es el arma de fuego que utilizó en el ataque. Por ahora no fue localizada.
Fuente y foto: Uno