
Un hecho histórico. Juan Carlos “Juancho” Martínez fue ovacionado en la comparsa Papelitos por un Corsódromo que tributo al Carnaval del País. Foto gentileza: Juan Oscar Roldán.
Por Nahuel Maciel
(De ANÁLISIS)
El Carnaval del País consumió su décima y última noche y cerró la edición 2023 con registros que lo ubicarán como uno de los mejores de las últimas décadas.
Anoche fue presenciado por 25 mil espectadores y durante las diez noches asistieron en total 225 mil personas, lo que da un umbral del éxito de una propuesta, pero también de la vigencia de una expresión cultural que convoca al diálogo de las artes.
Como ha sido un clásico en el Corsódromo “José Luis Gestro”, anoche el carnaval disipó la lluvia, nuevamente se comprobó la expresión popular que “al mal tiempo, buena cara” y se impuso la celebración de la alegría ante cualquier amenaza climática adversa.
La celebración de la alegría que caracteriza al Carnaval del País es una clara expresión de la cultura y con ella del arte. Si algo enseña esta organización es la celebración del carnaval es el milagro de los lenguajes artísticos compartidos. Y eso solo se logra con talento, con disciplina, con un innegociable respeto hacia el pueblo y especialmente con una organización que no deja nada librado al azar y por eso marca un destino: el Carnaval del País es la nave insignia de la temporada estival de la ciudad, de la provincia y de la región; he ahí su proyección internacional indiscutida.
El carnaval con su espectáculo a escala industrial –más de 1.200 protagonistas en escena- también es algo lúdico y mágico, es alucinante y encantador; y es una propuesta donde la imaginación y la realidad se abrazan para recorrer los 500 metros de la pasarela y hacer deleitar a propios y extraños. Nadie es ajeno y todo es pertenencia.
Son poco más de cuatro décadas de reflejar el sentir y los anhelos del pueblo. No es casualidad que las cinco comparsas (Papelitos, O´Bahía, Ará Yeví, Kamarr y Marí Marí) ofrezcan temáticas que van desde reclamos por una mayor consciencia ambiental, hasta homenaje como al rock como género, pasando por aquellos que han dejado una huella indeleble en este patrimonio cultural inmaterial como es el caso de Juan “Juancho” Martínez.
O´Bahía es “Rock”
La comparsa del Club de Pescadores está dirigida por Fabián Scovenna y ha mejorado en las últimas presentaciones.
La temática elegida es amplia y al mismo tiempo fecunda porque así ha sido la historia del rock. Sin embargo, si bien ha sido oportuno para el Carnaval del País rendir un tributo a este género musical que es todo un movimiento cultural (y contra cultural), los logros son dispares. Por ejemplo, Elvis Presley con la alegoría del Rock de la Cárcel que se insinúa en la primera carroza (la de la moto, que es una bella escultura), se queda a mitad de camino porque esa misma idea daría para mucho más.
Además, la apertura con los ocho bailarines personificando a Elvis, apenas es una sombra desdibujada del “el rey del rock and roll”.
Por otro lado, también pasan desapercibidos “otros tributos” y no se perciben algunos a nivel nacional. La diferencia la marca su batucada “Ritmo Demoledor” con su pasista Luciana Sekaf y la innovadora guitarra del genial Heriberto “Heri” Acosta y su interpretación –a manera de ejemplo- de “Ji, Ji, Ji” de los Redonditos de Ricota. Como se ha dicho en otras crónicas recientes, es en número donde claramente O´Bahía es Rock.
Papelitos es “León”
La comparsa del Club Juventud Unida propone el tema “León”, y es claro como oportuno homenaje a Juan Carlos “Juancho” Martínez, una persona que en Gualeguaychú es sinónimo de costura, arte y Carnaval.
Anoche el público vivió algo tan particular como histórico, tan único como memorable: el propio “Juancho” Martínez salió en la comparsa retribuyendo tanto amor. Y lo hizo como sentado al cordón de la vereda, en el portal de la Biblioteca Popular. La emoción, la admiración, el asombro, la maravilla, fueron algunos de los sentimientos que se despertaban a su paso; porque para todos fue un sentimiento potente y extraordinario.
La batucada del Decano está dirigida por el intendente Esteban Martín Piaggio y junto a la pasita Candela Gómez, anoche ofrecieron un espectáculo mucho más robusto que en las últimas tres noches.
Papelitos es percibida por propios y extraños como una candidata firme a quedarse con el título 2023 y ser la bicampeona. Está claro, nada está dicho y sería una torpeza celebrar de manera anticipada. Pero, que alcance la expresión para marcar que se está ante un logro inequívoco.
Ará Yeví: “Indiferentes”
Ará Yeví (Club Tiro Federal) presenta este año el tema “Indiferentes”. La propuesta de Leandro Rosviar –al igual que sus competidoras- tiene una gran adhesión del público. Es que este 2023 el Carnaval del País ofrece un espctáculo de calidad.
Sin embargo, hay que convenir que la de anoche no fue todo lo feliz para una actuación de cierre.
La carroza de apertura no encendió todas sus luces y no se pudo apreciar en su magnitud lo grandioso que es su globo terráqueo. Una pena para quienes no lo vieron antes. Pero, hay más infortunios; porque la carroza del reloj estaba maltrecha, con faltantes de dedos en una de sus esculturas y deterioro en el propio reloj. Una lástima para una noche de despedida.
Igualmente sería injusto quedarse con estos percances, porque la propuesta leída de manera integral ha logrado una gran aceptación del público.
Kamarr es “Impulso”
La comparsa Kamarr (Centro Cultural y Social Sirio Libanés) está dirigida por Mario Martínez, y presenta el tema “Impulso, un grito a la conciencia”.
La “Azul y Negro” logra entusiasmar al público con la mejor pasión del Carnaval y eso en parte se debe a dos grandes factores o componentes: su banda musical que tiene fuerza y ritmo y un desplazamiento que permite apreciar el vestuario y las carrozas.
Lamentablemente, anoche la carroza de los músicos tuvo un percance que demoró justamente el desplazamiento de la comparsa, que es uno de sus mayores méritos.
De todos modos, el cierre fue muy entusiasta con la pasista Noelia Mouzo que se dejó conducir a través de los sones de la batucada “Batería de Gualeguaychú”, y así lograron dar una nota distintiva al Carnaval del País.
Marí Marí energiza a un país
La comparsa del Club Central Entrerriano tiene un diálogo con las tribunas que no deja a nadie indiferentes. Marí Marí tiene en ese diálogo un sello propio. Eso entusiasma y genera clima de carnaval. Pero, no hay que confundirlo con la adhesión de una propuesta concreta.
La comparsa dirigida por Emanuel Pérez, no ha logrado en esta edición honrar de manera cabal sus bien ganado antecedentes como multi campeona. No defrauda –eso debe quedar muy en claro- pero tampoco ha logrado convencer siquiera a los propios.
De todos modos, la banda musical dirigida por Martín Irigoyen ha sido una propuesta sólida y que se ha destacado por encima de las demás. Aun así, es insuficiente, porque el carnaval es el diálogo de las artes y no un monólogo musical.
Lo que viene
En horas se abrirán en el Centro de Convenciones los sobres de todos los jurados que puntuaron a lo largo de estas diez noches y será el momento para saber o el momento de la verdad. Ya no habrá matices, sino ganadores y perdedores; o un orden de mérito artístico que dejará satisfechos a unos y tal vez disconformes a otros. Así son las competencias.
Lo importante es que con este carnaval todos han ganado. Esta edición ha sido récord en asistencia de público (225 mil espectadores en diez noches), poco más de 700 millones de pesos, que dejará ganancia teniendo en cuenta lo invertido de manera global y una calidad artística que lo ubican como uno de los mejores espectáculos brindados en las últimas décadas.
A la par se logró implementar un sistema de trabajo que también dejará un registro histórico para la buena memoria institucional, especialmente en el área de Prensa reflejado en la labor del equipo que conducen Mariel Zanelli y Diego Hilt Quiróz.
El Carnaval del País se despidió hasta el 2024, donde esta vez subirán a escena cuatro comparsas (y no cinco) y volverán a marcar el ritmo a la temporada de verano siendo la nave insignia de la programación turística y cultural.