
Tras lo sucedido en Salta con la detención de una médica que realizó la práctica, la ginecóloga Florencia Grinóvero se refirió a las dificultades para aplicar la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) en Entre Ríos y al trabajo que se realiza.
En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio De la Plaza), Grinóvero afirmó que “en la provincia hace varios años que se aplica el protocolo de Nación –desde 2011 se está tratando de aplicar en Entre Ríos- y con la sanción de la ley más aún, armando equipos para poder llegar a todos los lugares de la provincia”.
Comentó que forma parte de equipos interdisciplinarios “en varias instituciones de la salud pública” y admitió que “hay un trabajo bastante complicado para poder llegar, para hacer conocer la ley”. “Es un campo con bastante desconocimiento todavía por parte de las usuarias, y se desconocen los alcances de la ley porque es muy nueva”, advirtió.
En tal sentido, analizó que “la falla se está dando en hacer conocer los lugares donde las mujeres pueden concurrir en caso de poder acceder a la IVE, y no hay difusión de los diferentes lugares donde hay equipos interdisciplinarios para el abordaje. Esto es el principal inconveniente, pero también es complicado porque hay mucha objeción de conciencia y en ocasiones las pacientes no se animan a plantear su posición, no saben bien cómo pedirlo”.
Apuntó que “es todo muy nuevo y muy reciente, estamos en un cambio de paradigma que cuesta mucho y de a poco con el trabajo lo vamos a ir logrando”.
En este contexto, sostuvo que “hay diversas situaciones en cada persona que lo pide, hay diferentes motivos para pedirla; con la ley es diferente si es antes de las 14 semanas o después; y la ley cambió un montón el acceso. Que esto haya tenido tanta trascendencia en los medios colaboró mucho para que las pacientes sepan cuáles son sus derechos y empiecen a buscar un poco más de información”,
Reiteró que la principal problemática en torno a la IVE es que “hay un total desconocimiento de adónde se puede acudir, y si bien hay un 0-800 nacional donde las pacientes pueden obtener toda la información, también hay un desconocimiento de la existencia de ese número”. “Sucede que hay muchas pacientes que no tienen acceso a internet, a la educación y a la salud pública”, resumió.
Agregó que “hoy se ve mucho la dificultad de la paciente que por vergüenza, por miedo, por desconocimiento no saben cómo preguntar, también hay un déficit de consejerías, de opciones. Hay mucho por trabajar, y ahora con la pandemia y la complicación para el acceso a la salud, la anticoncepción ha sido una catástrofe”.
En cuanto al trabajo ante una paciente que plantea la intención de efectuar la IVE, Grinóvero aseguró que “hay un abordaje interdisciplinario, con salud mental, ginecólogos y consejeros, se hace un interrogatorio de la paciente, pero sucede que las mujeres llegan con embarazos avanzados y no cumplen los tiempos de la ley y eso es muy complejo”. “También la paciente está en una situación muy compleja, y el abordaje siempre es interdisciplinario. Incluso luego de realizada la práctica, siempre hay un acompañamiento en salud mental y ginecológico”, sentenció.
Respecto de la situación de los médicos, que se ven expuestos a determinaciones puntuales de la justicia como sucedió en Targatal (Salta) con la detención de una médica, la profesional admitió: “Quienes no presentamos la objeción de conciencia nos sentimos muy expuestos en un montón de situaciones, en Entre Ríos somos muy poquitos y es una exposición muy fuerte, una mirada muy fuerte porque se juzga mucho; desde la Justicia todavía hay mucho antiderecho, hay muchas ideologías, ideas políticas y opiniones que se interponen; así que es muy difícil el abordaje”.
En este marco, también comentó que “siempre hay inconvenientes porque hay quienes son objetores por la práctica pero respeta a quien es pro derechos pero también hay quienes son objetores y están en contra de la ley, en contra de la práctica, en contra del acceso a este derecho y es con estos profesionales con quienes nos cuesta trabajar en consejería porque ni siquiera informan a las mujeres de las opciones que tiene”. “Por eso pedimos a los objetores de conciencia que si bien no realizan la práctica, hagan la consejería en opciones y que sepa adonde referenciar a la mujer para que pueda acceder, pero quedan muchas cosas por pulir”, concluyó.