Dragado del Río Paraná Bravo: la provincia de Entre Ríos cambió su posición

El ajuste, motosierra mediante, se consolidó y entra en su etapa más dura. Es tal el impacto que dejará secuelas por largo tiempo. Sin embargo, es aceptado por la ciudadanía. No consólidas argumentaciones, sino desde posturas cargadas de silencio. Ausentes los debates, presentes los desconciertos. Hay un solo rumbo, sin alternativas, que se consolida. Persiste la decepción por lo vivido en los últimos años y eso potencia el experimento del que somos parte. No hay oposición. Sigue sin aparecer. Ni siquiera aprovechan errores del gobernante, que se convierten en episodios pasajeros que generan una leve turbulencia y desaparecen. Nada mella al poder libertario en este año electoral. Una época a su medida en la que muchos no se pueden acomodar ni logran romper la apatía ciudadana.
Por Néstor Banega
Año electoral y algunos pensarán (por conveniencia o necesidad) que todas las miradas, el interés general, va a posarse mágicamente alrededor de la disputa por algún cargo. Lentamente se va generando el contexto para la presentación de los actores que competirán por la representación entrerriana en el Congreso Nacional. Faltan nombres, pero se perfilan los espacios que rompen incluso la antigua barrera de una pertenencia partidaria.
Más allá de las particularidades de corte local, es innegable que va impactando en el territorio lo que sucede en otros lares. Es que, buscando la mejor posibilidad de triunfo en la disputa, muchas provincias o la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) lanzaron cronogramas propios. Lo hicieron pensando en exacerbar la localía, pero la circunstancia los colocó en el candelero nacional.
Santa Fe tuvo su primer round hace un par de semanas y si bien lo que allá aconteció es único, hay algunas aristas que vale observar porque se trata de situaciones que se repiten y profundizan impactando sobre los resultados.
La participación alcanzó el 55 por ciento, mostrando claramente apatía ciudadana, y el ganador (el gobernador Pullaro) pudo rescatar el apoyo de tan solo el 17 por ciento del padrón electoral. Se trató de la participación más baja desde 1983 a la fecha.
Cruzando el Paraná no solamente se disputaban nominaciones nacionales. Había pelea local y una relevante: nada más y nada menos que el inicio de un proceso de reforma de la Constitución. Atractivos en los que las mayorías ciudadanas, pensaría el desprevenido, querrían participar. Se trata de modelar la institucionalidad para las próximas décadas.
Pero no fue así. Demasiada desinformación o, literalmente, ganaron la apatía, la distracción y el desgano. Se trata de una situación que habrá que tener en cuenta a la hora de encarar una campaña.
(Más información en la edición gráfica de la revista ANALISIS, edición 1159, del día 24 de abril de 2025)