Una seguidilla de hechos trágicos sin antecedentes en Concepción del Uruguay

Semana trágica

Edición
720

Américo Schvartzman
(desde Concepción del Uruguay, especial)

La seguidilla de hechos trágicos no registra antecedentes cercanos. ¿Cómo se retoma la vida diaria? ¿Cómo afecta a una sociedad relativamente pequeña -como lo es Concepción del Uruguay- esa sucesión de grandes tristezas en menos de dos semanas? Algunas preguntas para compartir y un par de miradas para reflexionar.

En realidad, fueron 12 días los que conmovieron a la ciudad. Fatalidades, en todo caso, ya que la mayoría de los hechos no tienen conexión entre sí, aunque varios sí la tienen con demandas sentidas y legítimas de la sociedad: por ejemplo, la inseguridad, tanto urbana como del tránsito en ruta.

Enumerar lo que pasó en estos días -vidas juveniles que se apagaron, heridos por bala, suicidios, accidentes de tránsito- conduce a un sentimiento de turbación difícil de definir.

Pero la pregunta que disparó este informe entronca con la dimensión que queda ausente en la cobertura periodística. Cada una de esas víctimas -fatales o no-, tiene amigos, compañeros de trabajo o de estudio, vecinos, parientes, con los que en estos días se encontrarán de nuevo, en la cotidianeidad.

¿Qué debe hacer cada uno de ellos? ¿Cómo se retoma la vida diaria? ¿Cómo afecta a una sociedad relativamente pequeña -como lo es Concepción del Uruguay- esa sucesión de tristes hechos en menos de dos semanas? ¿Qué papel juegan (y deben jugar) los medios?

Además de refrescar en la cronología lo sucedido, este informe, y en especial las columnas solicitadas a Luis Perinotto y Eduardo Ojeda, apuntan a compartir esas preguntas y, quizás, aportar algunas reflexiones que ayuden a las respuestas.

(Más información en la edición gráfica de ANALISIS de esta semana)

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