
Omar Gurí Martinez se mostró sorprendido por el rendimiento de su hijo, Agustín, en las primeras carreras del TC.
La histórica relación de Omar Martínez con el Turismo Carretera no terminó luego de su retiro como piloto profesional. Su legado sigue vigente a través de la dirección de su propio equipo, el Gurí Martínez Competición, pero fundamentalmente mediante su hijo Agustín. El joven entrerriano debutó en la categoría en la temporada 2024 y, con el respaldo de la experiencia paterna y un innegable talento, está abriendo su propio camino en la categoría más popular de la Argentina.
En este campeonato, el Gurisito fue autorizado a correr con el Ford Mustang que estrenó su papá en la 10ª fecha del TC 2024 en Buenos Aires. Y en apenas tres carreras disputadas (la de Neuquén no se corrió por el temporal de viento y tierra) logró meterse entre los 10 mejores en dos de ellas: en Viedma finalizó en la sexta colocación en su primera vez con el modelo de Nueva Generación de Ford y en la última competencia especial de Toay arribó noveno luego de avanzar nueve lugares.
Resultados que le permiten ubicarse 11º en la tabla de posiciones, dentro del Grupo de los 12 que pelea por ingresar a la Copa de Oro. Si bien es cierto que Agustín cuenta con una temporada de experiencia a bordo de un Toyota Camry y que viene de un par de temporadas sumando kilómetros con el TC Pista, su rápida adaptación al Mustang y sus buenas producciones le llaman la atención hasta al mismísimo Gurí. “Me sorprendió el arranque que tuvo desde la primera carrera”, dijo a SoloTC.
“Si bien el equipo se reestructuró un poco con la vuelta de Federico Raffo a la dirección técnica, es como que viene funcionando todo muy bien. Tal vez por roturas no se pudo ver un mejor resultado en carrera, salvo en la primera de Viedma donde finalizó sexto”, agregó el bicampeón del Turismo Carretera.
No obstante, Martínez sostuvo que “en los entrenamientos y clasificación viene funcionando muy bien”. De todas formas, conociendo desde adentro lo difícil que resulta destacarse en una categoría donde hay un promedio de 50 autos por carrera, Omar manifestó que el hecho de estar entre los mejores 15 “es muy bueno”. Aunque remarcó que “de todos modos tiene mucho por aprender todavía. Así que ojalá lo pueda seguir haciendo de esta manera”.
Hombre de pocas palabras, el ídolo de Ford no puede evitar el orgullo que le genera que su hijo le de continuidad al apellido en el TC. “Como padre estoy contento y apoyándolo en todo. Sé que en todas las carreras va aprendiendo algo. Por más que esté andando rápido y preciso a la hora de entrenar o clasificar, en carrera ha hecho buenas maniobras, y siempre se aprende. Creo que tiene que seguir acumulando experiencia, pero va por el buen camino”, afirmó.