
Argentina logró una buena victoria en su anteúltimo amistoso antes del Mundial.
Con la concreta sensación de estar enfrentando a un rival del grupo, y la consiguiente necesidad de no mostrar todas las cartas, ambos equipos iniciaron el juego con la disyuntiva de utilizar el partido como simple fogueo o ir por la victoria. Bueno, Argentina, por una cuestión vinculada a su idiosincrasia, apenas pasado el minuto inicial se enfocó para ganar. Campazzo marcó el ritmo (siete puntos, tres rebotes y tres asistencias) y Scola empujó desde la experiencia. Así sacó 10 de diferencia y cerró el cuarto con confianza (18-8).
En el segundo parcial, las sensaciones positivas se multiplicaron a partir de la frustración del rival (10 pérdidas) y el crecimiento defensivo del elenco nacional, visiblemente mejorado en ese apartado respecto del juego con Japón. Deck entró con puntos y Laprovittola tomó buenas decisiones. Entonces la máxima se estiró a 16 (39-23). Y no terminó siendo mayor por una serie de desatenciones en el minuto final que derivaron en un 5-
El segundo tiempo
Ya en el complemento, el equipo de Hernández mantuvo su línea de juego, extendiendo la rotación y encontrando buenos tiros, siempre a partir de la bandera defensiva. Pero en una penetración aislada, Campazzo se desestabilizó con un rival, cayó pésimo y debió salir reemplazado (esguince de tobillo derecho) y el grupo se desenfocó. Rusia creció a partir de los triples y bajó a siete (54-
Con todo en contra, supo reinventarse y volver a tomar el control con un Laprovittola muy sólido (16 puntos), un buen pasaje de Vildoza en la presión y el aporte del que nunca falta: Deck (goleador con 17). Tomó
Argentina (usando los 12 jugadores de la rotación) hizo lo que tenía que hacer y punto. Victoria clara
Este martes, nuevamente a las 8.30, Argentina volverá a salir a la cancha, esta vez frente a España. Será el último amistoso antes del debut mundialista (31 de agosto) frente a Corea.